Haciendo un ejercicio de empatía me puedo poner en la piel de ese empresario o encargado de llevar adelante un nuevo PROYECTO de DISEÑO que cuenta con un excelente equipo de colaboradores pero que, con el paso de los años, quizás ha perdido un poco de FRESCURA con las soluciones que plantea.
Podría tratarse de un pequeño grupo de personas con un nivel TÉCNICO incuestionable pero que tal vez acusa cierto AMANERAMIENTO en sus propuestas provocado por el paso de los años y, quizás, el enrarecimiento de las relaciones humanas que a menudo conlleva la propia DINÁMICA empresarial.
Uno de los recursos más a mano con el que cuentan las empresas hoy en día es buscar la colaboración externa de un DISEÑADOR FREELANCE. Considerar al propio equipo de diseño como algo “expandible” en función de los proyectos a llevar a cabo y ofrecerles tal APOYO es abrir la ventana a IDEAS FRESCAS que pueden ser muy BENEFICIOSAS para el proyecto y también MOTIVAR al equipo siempre que éste así lo perciba.
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