Me parece muy interesante el uso de DEGRADADOS en el diseño gráfico, bidimensional por naturaleza, pues es una de las mejores formas de jugar con la luz para conseguir dar profundidad a los elementos que componen un diseño. Usado con prudencia es un buen recurso para aportar tridimensionalidad a las creaciones.
Aunque existen como herramienta en los programas que utilizo habitualmente para diseñar ESTAMPADOS, el resultado siempre me parece demasiado perfecto y previsible así que hoy he decidido alejarme por un rato del ordenador y experimentar con degradados de forma manual.
Como hablar de DEGRADADOS es hablar de PASTELES, he cogido la caja que los contiene, papel, tijeras, lápiz –siempre interviene-, unos algodones y, con la ayuda de unas plantillas muy simples, he estado EXPERIMENTANDO distintos efectos. Sin haber prestado demasiada atención a la composición, pues no era la finalidad, han salido resultados bastante sorprendentes.
Yorumlar